octubre 24, 2024

Señales que Guían mi Camino

"Ni el amor, ni los encuentros verdaderos, ni siquiera los profundos desencuentros, son obra de las casualidades, sino que nos están misteriosamente reservados. ¡Cuántas veces en la vida me ha sorprendido cómo, entre las multitudes de personas que existen en el mundo, nos cruzamos con aquellas que, de alguna manera, poseían las tablas de nuestro destino, como si hubiéramos pertenecido a una misma organización secreta, o a los capítulos de un mismo libro! Nunca supe si se los reconoce porque ya se los buscaba, o se los busca porque ya bordeaban los aledaños de nuestro destino."

Ernesto Sábato en La Resistencia.

Por: Margarita Peláez Mejía.


Estoy escribiendo historias que sean fieles a mis vivencias y memoria. Si iniciamos como observadores de nuestros pensamientos, deseos y acciones, vamos tomando el rol de protagonistas y asumiendo sin dramas, la responsabilidad de lo que nos sucede. Es precisamente en esta fase que aparecen las sincronicidades, que no son más que el estado de coherencia entre lo que dices, piensas, haces y sientes. Esto produce una reacción, una realidad. ¿Cuál? la tuya. Generamos nuestro propio guion de vida.

Se puede hablar de sincronicidad, cuando te suceden acontecimientos que te hacen sentir que estás frente a un milagro, que estás alineado con el universo. El psicoanalista Carl Gustav Jung, profundizó en el tema al afirmar que "ningún acontecimiento es un hecho accidental. Se pregunta: ¿Cómo los seres humanos creamos las conexiones? ¿Cómo nuestro mundo inconsciente se conecta con el mundo consciente?".

Las sincronicidades se caracterizan porque los eventos que se nos presentan, están conectados de manera atípica y producen una profunda experiencia emocional. Estas son experiencias de alto valor simbólico, eventos psíquicos como un sueño, una visión, un encuentro significativo e inolvidable, una premonición, un presentimiento. ¿Cómo se logra tener estas experiencias? En mi caso, creo que se debe a tener una mente y actitud abierta frente a la vida, un dejar fluir el día a día con sus posibilidades, ser receptivo a cada hecho y acontecimiento, ver una oportunidad de aprendizaje en los sucesos cotidianos, dejar fluir lo que vaya pasando. ¡¡¡Estar en el presente.!!!

Así nos ponemos de cara a la "magia", "milagro" de estar vivos y ver las sincronicidades cada día sucediendo: en un encuentro casual con una persona que te trajo la respuesta que necesitabas para resolver un problema que traes hace tiempos. O encontrar un libro que te da luz y explicación para enfrentar una situación que te perturba, o tener un sueño premonitorio, presencia de objetos que se mueven, desaparecen y cambian de lugar, o estar viendo el mismo número en reiteradas ocasiones. La presencia de símbolos de manera casual y repetitiva, de animales que se te presentan de manera intempestiva, ante dudas que necesitas resolver. Son recordatorios de que estás en el camino correcto.

Escribir sobre las sincronicidades vividas, me está sirviendo para ver los patrones, señales y protección que he tenido a través del tiempo, y poder avanzar con más seguridad y claridad para abrazar lo desconocido, la incertidumbre que da "cuestionar la realidad" y asumir el poder de moldear y crear nuestra propio camino.

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