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mayo 23, 2025

De la Sala de Espera a un Mundo de Incertidumbre. 24 de Febrero de 2024

Por: Margarita María Peláez Mejía.


En medio de una sala de espera, grita una auxiliar administrativa mi nombre, me pide seguirla hasta el consultorio en donde está el médico con los estudiantes de la especialización de ortopedia.

Llego al consultorio, me piden los exámenes, los diagnósticos, las imágenes, todos se introduce a una computadora, no hubo una pregunta, un contacto humano, una sonrisa, contacto visual.

Me señalan un asiento y el profesor pregunta a sus alumnos: "¿qué ven en las imágenes?"

Cada uno va tomando la palabra: "Opino que estamos ante un osteosarcoma", dice el primer estudiante, continúa otro de los estudiantes de la especialización "puede ser un cáncer de mama, haciendo metástasis en el hueso del brazo", y el estudiante que faltaba en tomar la palabra dice: "comparto las opiniones de mis compañeros y les recuerdo que el cáncer de hueso -sarcoma- se relaciona con factores hereditarios…".

El profesor concluye con voz impasible, "tiene cáncer en el hueso", y me transmite el destino sin perturbarse, "baje al primer piso y se entrevista con el oncólogo para dar inicio al tratamiento". Ningún contacto de palabra, mirada, gestualidad, pronunciar mi nombre. Un dato más, en la serie del sufrimiento humano. ¿Así se forman los especialistas? ¿Estaba viviendo la despersonalización, deshumanización, que me llevó a pensar si ya estaban ante la medicina robotizada?.

Admiro los avances tecnológicos de la medicina pero en un examen clínico, el lugar central está en la palabra del paciente, y la escucha del médico. Es fundamental para conexión física y mental entre el médico y éste. El tacto y la palabra humaniza.

"El tacto llega antes que la vista, antes del discurso, es el primer idioma y el último, y siempre dice la verdad"
Margaret Atwood.

Me atendió el oncólogo quien confirmó el diagnóstico, quedó de llamarme en 15 días para iniciar tratamiento, pasó el tiempo y no llamaba, así que tomé la iniciativa y cual no sería mi sorpresa cuando me dice la secretaria que el Dr. está hospitalizado por un cáncer!!!, le pregunto que cuál era el procedimiento a seguir en mi caso, ya que no tenía ninguna respuesta oficial sobre el tratamiento, me dijo que preguntaría y me llamaría. Efectivamente eso hizo y me dijo que el oncólogo me enviaba a decir que estaba normal.

Mi rebeldía de siempre me alcanza para dudar del saber, basado solo en la tecnología. Me cobijo en mis experiencias académicas e investigativas, mis vivencias como paciente y acompañante de las personas enfermas en mi familia, mi espíritu crítico que interroga y contra argumenta los beneficios de las tecnologías y las farmacéuticas. Éste fue el inicio de buscar mis respuestas a este diagnóstico, no me conformé en medio de una gran tempestad (que estaba viviendo), decidí cerrar esas puertas y abrir ventanas, buscar nuevas opiniones, y así hice en medio de un huracán de emociones.

Busqué un nuevo especialista, pedí cita, le dije a que iba y que deseaba saber su diagnóstico sobre mi brazo, para lo cual le solicitaba enviarme radiografías, las más completas. Así se hizo, se las llevé y cual no sería mi sorpresa al decirme que estaban normal. Le mostré el diagnóstico y radiografía anterior, de sus colegas, los cuales tapé los nombres y él me dijo: "Estas imágenes fueron realizadas con un aparato mal calibrado, desconfigurado".

Dejo a quien me lea, sacar sus propias conclusiones.

mayo 09, 2025

Mirándome en el Tiempo. 09 de Mayo de 2025


Por: Margarita María Peláez Mejía


Hice parte de una generación que soñó con un mundo mejor y hoy llega a la tercer edad, estamos viejos, sin ver nuestros sueños cumplidos. Nos encontramos hoy con una humanidad manipulada, obediente, robotizada por la tecnología, despersonalizada por el consumismo, las guerras, los miedos, pandemias. Pero aún resistimos y seguimos luchando.

Soy una superviviente nata, nacida en un país en guerra, que ha visto, vivido y sufrido la desaparición, muerte, tortura, asesinatos de amigos, vecinos y muchos seres humanos cercanos a mi corazón. Mi actitud, mi alegría, mi capacidad de resiliencia, en síntesis mi mirada trascendente y espiritual de la vida, me ha protegido en tantas situaciones de peligro que he vivido.


He volado sin temer al vacío
he arriesgado, arriesgando
las certezas con el ánimo de
encontrar espacios nuevos de
libertad, no jaulas seguras.

Así como pienso, siento y actúo.
He tratado de darme tiempo
para experimentar, para ser,
para amar, para vivir!!

Me pasé 30 años de mi vida profesional yendo y viniendo entre la universidad y el servicio al Estado, sin que me quede fácil definir si he sido mas una profesora, una investigadora, una activista, una asesora de gobierno, una feminista de Estado, o una intelectual dedicada al servicio de lo público.

mayo 04, 2025

Sobrevivientes. 04 de Mayo de 2025

Foto: Margarita M. Peláez M.

Las he visto nacer
en medio de una tormenta,
ir creciendo 
sorprendidas por fuertes vientos, 
aguaceros y de pronto,
un calor extremo.

Hoy lucen hermosas, 
las visitan mariposas diversas, 
un colibrí y junto a las abejas, 
celebran su belleza y colorido.


abril 12, 2025

Envejecer. 12 de Abril de 2025


Por: Margarita María Peláez Mejía

Hermana, llegas a los 80 con la gracia, aceptación, una bella síntesis de los talentos desarrollados en la juventud, que sigues nutriendo con tus consejos, solidaridad, actitud positiva frente a las pérdidas afectivas, las enfermedades y cambios. 

Con tu forma de enfrentar el día a día, tu ánimo y esperanza, venciste la edad, el miedo y nos haces ver que llegar a esta edad es un privilegio, negado a muchos, es una nueva fase de autoconocimiento y sabiduría.

Decía Eleanor Roosevelt: "Los jóvenes hermosos son accidentes de la naturaleza, pero los ancianos hermosos son obras de arte"

Tú eres nuestro referente y maestra.

Gracias por estar presente siempre en nuestras vidas.

TE AMAMOS

marzo 31, 2025

Un Mensaje del Más Allá. 31 de Marzo de 2025

Foto: Margarita María Peláez Mejía

Por: Margarita María Peláez Mejía

Era la tarde del 6 de abril del 2023, trabajaba en la argumentación y justificación de la beca ante el Ministerio de Cultura, sobre la obra de Alejandro Cock-Peláez, mi hijo. En el escritorio tenía materiales, fotos, revistas, libros, que me serian de ayuda en el trabajo. Esta labor la realizaba en el cuarto de mi hijo Simón, sobre su escritorio tiene una foto suya de cuando era niño, colgada en la pared.

De pronto siento que se está moviendo rítmicamente el cuadro frente a mí, miro a la ventana para ver si hay viento, está cerrada. Siento la presencia de mi hijo Alejandro fallecido que está allí. Mentalmente pegunto: "hijo, Alejo ¿estás aquí?". Me responde con un movimiento acelerado del cuadro. ¿Es esto realidad o fantasía? Me paro de la silla y llamo a mi esposo que está cerca; él mira, ve el cuadro en movimiento, busca corrientes de viento en la ventana, va hacia la puerta, el corredor y no encuentra respuesta física que explique esta situación.

Decidimos llamar a Simón, que es ingeniero físico, queríamos saber su opinión (el cuadro seguía en movimiento más lento), miró, movió el escritorio, el computador, los libros y documentos y nos dice: "No encuentro explicación racional a este hecho extraño".

Esta situación se ha repetido de abril a septiembre del 2023, en cinco oportunidades. ¿Qué hay en común?, lo pienso y coincide con una toma de decisión para un tema del que no soy experta, en esta situación siempre pensaba: "¿Qué pensaría mi hijo?", creo que el enfoque debe de ir por aquí y la respuesta llegaba con el movimiento del cuadro. Por el desconcierto y miedo, me demoré en entender la aprobación de mi hijo al trabajo y orientación dada a su obra.

Un Mensajero del Más Allá. 31 de Marzo de 2025



Por: Margarita María Peláez Mejía

El colibrí “En algunas creencias espirituales se considera que son mensajeros del más allá. Se cree que estos seres traen consigo la presencia de seres queridos fallecidos o guías que Desean transmitir un mensaje o brindar protección.”


Desde que murió mi hijo Alejandro, siempre me acompaña en mi jardín un colibrí, yo siento que es él. Sin embargo, fue tan contundente este hecho que les voy a compartir la historia.

La recopilación, organización y sistematización de la obra de Alejandro Peláez, fue ganadora de dos becas del ministerio de Cultura, denominada "Beca de Gestión del Patrimonio Audiovisual Colombiano de la Convocatoria de Estímulos". Me voy a referir a la convocatoria del 2021. La segunda beca, "Archivo Audiovisual del documentalista y maestro Alejandro Cock Peláez". Etapa ll. "Oro Verde, de experiencia exitosa local, a referente internacional", esta beca hizo énfasis en el trabajo social y de participación comunitaria con apuestas al medio ambiente, minería no contaminante, reforestación y una propuesta integral de trabajo, denominada "Oro Verde", actividades sustentadas y apoyadas en investigación, documentales y fotografía sobre el Choco y las comunidades que participaron en la propuesta con la fundación Amigos del Chocó, de la cual él hizo parte desde la edad de 20 años. Todo el proceso se da en época de pandemia del COVID.

En este contexto, la Universidad Tecnológica del Chocó, cumple 50 años de vida académica y nos invita a presentar el trabajo de Alejandro, con la siguiente programación:
  • Conversatorio, "RECUPERACÓN DE LA MEMORIA, factor de identidad y cambio”.
  • Presentación del libro de Alejandro "Retóricas del cine de no ficción en la era de la posverdad".
  • Presentación del documental "Oro Verde".
  • Inauguración de la exposición fotográfica de Alejandro en el Chocó.

El equipo de trabajo que me acompañó en la investigación viajó a Quibdó y yo estaría acompañando y participando como ponente en toda la programación, de manera virtual, por razones de salud, que no me permitieron viajar.

Me dispuse con el computador y las presentaciones preparadas a iniciar mi intervención, cuando siento un colibrí que entra a mi oficina, vuela alrededor mío y se posa en el piso. Yo no salía de mi asombro. Estuvo quieto en el piso (nunca lo había visto así) lo conocía siempre volando. Olvidé su presencia y me concentré en dar los agradecimientos al Gobernador, Alcalde, Secretarias, personalidades, Rector, Consejo Académico, docentes, alumnado y la comunidad minera presente.

Después del acto formal, siguió la programación, fue intensa, conmovedores los testimonios y el agradecimiento de las comunidades, con mi hijo.

Ya me había olvidado del colibrí, sentí que alzo su vuelo en el momento de terminar el evento.

Foto: Margarita María Peláez Mejía

Video: Margarita María Peláez Mejía

febrero 13, 2025

Diez Caciques Candela me Traen la Respuesta. 13 de Febrero de 2025


Por: Margarita María Peláez Mejía

"Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado. Está fundado en nuestros pensamientos y está hecho de nuestros pensamientos".
BUDA


Me encontraba preocupada por no tener clara una decisión a seguir, llevaba días dándole vueltas al asunto, argumentando a favor y en contra, buscando alternativas de manera inútil, siempre volviendo al punto de partida.

Me levanté deseosa de dar por terminada esta situación, miré al cielo y pedí una manifestación para saber que el SÍ, era el camino. Casi de inmediato llegaron a mi patio dos Caciques Candela, hermosos pájaros de color negro, combinado con un fuerte color rojo en su plumaje. Estos pájaros me visitaban por primera vez; no salía de mi sorpresa, extrañamiento y alegría en verlos cuando fueron llegando de uno en uno, diez bellos pájaros. En ese momento sentí que me llegaba la respuesta, no una, sino 10 veces ratificada.

Tome la decisión, dije sí y fue lo más acertado.

¿Es la ley de atracción, que dice que al centrar tus pensamientos y pasarlos por el corazón, el universo te responde? Sé que esta ley es del campo de la espiritualidad, dice que atraemos todo aquello que proyectamos. Según esta teoría, nosotros mismos construimos nuestra realidad, con nuestros pensamientos, emociones, palabras y hechos. Esta teoría nos dice además que somos energía y como tal, atraemos a nuestro campo, frecuencias que estén en la misma longitud de onda; esto lo llaman campo cuántico.

A propósito, recordé una frase...

"Vivir no es otra cosa que arder en preguntas".
Antonin Artaud

febrero 06, 2025

Compae Mochila - Crescencio Salcedo (Palomino, 1913 - Medellín, 1976). 06 de Febrero de 2025


Por: Margarita María Peláez Mejía


Siempre que salíamos de la Universidad Pontificia Bolivariana - UPB, que quedaba en la calle La Playa, en el centro de la ciudad de Medellín, y bajábamos hasta el cruce con Junín, lugar de encuentros y paseo juvenil; nos deteníamos como en un ritual, a saludar y escuchar al "Compae Mochila" como le decíamos. Escuchar su flauta de caña y sus gaitas que él fabricaba y vendía y sus animadas melodías de música parrandera, era el pronóstico de una tarde feliz. 

Era un Maestro, aunque como cualquier desplazado estuviera descalzo, siempre con su mochila llena de sus flautas para la venta y su inseparable sombrero vueltiao. Obligaba con su maestría, a detenernos para escucharlo, disfrutar y si teníamos dinero le comprábamos una flautaEra un gran compositor de la música que ha hecho bailar y contribuir a la identidad nacional como: El Año Viejo, La Múcura, La Banda Borracha, entre otras. 

Se vino a Medellín porque en esta ciudad estaban las disqueras que podían grabar su música y composiciones. Un hombre que caminaba descalzo "para sentir mejor el contacto con la madre tierra", decía él con una risa espontánea. Con su apariencia de campesino costeño pobre, nunca fue atendido y sí ignorado por las disqueras locales pero su música y composiciones fueron interpretadas por grandes orquestas como La Sonora Matancera, La Orquesta de Lucho Bermúdez, Los Famosos Panchos. ¿Qué pasó con sus derechos de autor?, él decía que se los habían robado.

Recuerdo que una tarde lo invitamos a tocar su flauta en mi apartamento, hicimos "vaca" para pagarle y comprar unas cervezas y gaseosas. Nuestro grupo de amigos, la mayoría de teatro, admiraban y respetaban al maestro. En su humildad, se ubicaba en el piso en Junín, o en una banca en el Parque de Bolívar a tocar, lo acompañaba un letrero "aquí no se pide limosna, se venden flautas a 100 pesos". 

Murió a causa de un derrame cerebral. Fue uno de los grandes músicos y compositores colombianos. Aún vive el Compae Mochila en mi recuerdo, con la tristeza, frustración e impotencia que siento de haber sido testiga de una gran injusticia.


enero 31, 2025

Soy Perfectamente Imperfecta. 31 de Enero de 2025


Por: Margarita María Peláez Mejía


Me encanta leer y escribir para convocar mi memoria y la memoria del otro o los otros. La pérdida de mi hijo me llevó a recuperar su historia, su recuerdo… Al evocar la pérdida y el dolor, la escritura me ayudó a entenderme, a reconocer mi fuerza, tristezas, vacío, dolores que sentía y compartía con otras madres. Sentí conexión con el dolor más profundo, saber que no podía abrazar nunca más, ni conversar, mirar en lo profundo de sus ojos, sentir la caricia y tranquilidad dada por la sonrisa permanente y espontánea de Alejo, generada por su espíritu alegre, confiado, creativo, empático y optimista. 

Este vacío me llevo a transitar por todo tipo de caminos, para aprender a ser humana y que ningún dolor me fuera ajeno.

Cuando escribo poemas, siento que salen de mi mente las palabras fluyendo a borbotones, se empujan hasta caer en el papel dibujadas. La poesía es la canción del alma, el asombro por descubrir lo vivido, imaginado y sentido. 

Hay algo diferente con los cuentos, estos se construyen, se tejen, necesitan tiempos para volver a los escenarios, reconstruir los contextos, sentires… Se observa la narración y los sentimientos, colores, paisajes y personas que hacen parte de lo narrado.

Cuando me dicen quienes leen mi blog que les gusta lo que escribo, me siento como la escritora de novelas románticas en la época de mi juventud, Corín Tellado y se dispara en mi el "síndrome de la impostora". Me pregunto: ¿Tiene sentido para otros seres mis vivencias, sentires y mi historia? Busco lectores críticos, fortalecer mi mirada autocrítica y esta fortaleza como aprendiz de escritora es fundamental. También debo valorar y aprender de los comentarios afectuosos de amigas y amigos que me impulsan y motivan a seguir en la escritura. Recordar para reconstruirme, entender que todo pasa por algo, que se constituye en aprendizaje. 

Cuando una se lanza al abismo, el universo tiende una red para que caiga suave. Esto lo sé, lo he aprendido narrando.

noviembre 19, 2024

In memoriam - Alba Lucía Serna

Por: Margarita María Peláez Mejía


Alba Lucía Serna: profesora, amiga, colega, ¡MAESTRA!

Conocí a Alba Lucia Serna como mi profesora en sociología de la Universidad Pontificia Bolivariana. Era muy joven, venía con una maestría de los Estados Unidos y traía conocimientos en investigación, teoría sociológica y urbanismo.

Su tono de voz amable y firme, inspiraba confianza aún sin iniciar sus planteamientos. Sus conocimientos los compartía con profesionalismo, profundidad, deleite y generosidad. Era maestra y amiga. Compartíamos espacios e intereses con el grupo de teatro de la Universidad Pontificia Bolivariana -UPB- del cual yo hacía parte, y Alba Lucia era acompañante permanente.

Al darse el cierre de la carrera de sociología de la UPB, ella se integró como docente al Departamento de Sociología de la Universidad de Antioquia, al que me vincularía años después.

Como colegas, fortalecimos nuestra amistad y conformamos un grupo de amigos y amigas, en donde se incluyeron “morcito“, Andrés, su compañero y padre de su hija, y Fernando, mi esposo. Éramos colegas y amigos que compartíamos una visión de la universidad pública y un compromiso con nuestra profesión de sociólogos, haciendo aportes a la investigación y las prácticas profesionales, como salidas a la crítica situación social y política del país. Allí participábamos entre otros: Argelia Londoño, Manuel Restrepo, Raúl Vásquez, Rosalba Arango y yo.

Grupo que salimos a manifestación . 
Andrés, Alba Lucia, Amparo, Argelia, Alma Alicia, Margarita, Fernando, Carlos, Diego

Alba Lucía jugaba un papel fundamental en las discusiones acaloradas en nuestro grupo, en donde ella con su actitud calmada, con su coherencia, disciplina y respeto por las opiniones diversas, hacía su intervención argumentada, poniendo un ritmo tranquilo para que el ambiente emocional se calmara, podernos disponer a la escucha, y concluyéramos en acuerdos y propuestas. Fue la vicedecana de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, haciendo equipo con el decano, Fernando, mi compañero.

Compartimos épocas de grandes cambios y violencias al interior de la Universidad de Antioquia, consecuencia del ambiente político y social vivido en el país y en la ciudad.

En mayo del 2023, tres días antes de su partida a otras dimensiones, me acompañó a la exposición de la obra de Alejandro Cock Peláez mi hijo, ganadora de “Estímulos Audiovisuales del Ministerio de Cultura”. Su intervención en la Biblioteca Pública Piloto, fue amorosa, analítica y agradecida. Cerró con un aplauso del público. Al terminar nuestras exposiciones en el evento, decidimos salir a cenar juntos, el equipo que me acompañó a desarrollar esta beca y recuperar la memoria y archivos de Alejandro, Alba Lucía, Fernando y yo. La que conocía mejor la urbanización Carlos E. Restrepo era ella, nos llevó a un delicioso restaurante. Alba Lucía fue el centro de la atención esa noche, nos sugirió el menú con la especialidad del restaurante. Como anfitriona del lugar inició contando unas anécdotas de Alejandro cuando era niño, nos participó con orgullo sobre su hija María Antonia, su trabajo intelectual y proyectos, que tenían relación con los intereses de dos de las integrantes del grupo de la beca. Compartieron los correos electrónicos para contactarse, porque pronto ella vendría al país. Terminada la cena, la llevamos a su apartamento, despidiéndonos con un fuerte abrazo y agradeciendo por una tarde- noche tan bella, interesante, de tanto afecto. Fue nuestro último adiós. La sigo recordando con su sonrisa y un paso firme y confiado hacia su hogar.


Siempre se ha dicho que como se vive, se muere. Tuve la fortuna de leer sus memorias de infancia y entender que nunca traicionó su origen campesino, el dolor de pertenecer a una familia desplazada, la indefensión de su niñez, su cercanía desde temprana edad con la muerte, su hermanita de siete años murió por afección cardíaca, la misma que había sido diagnosticada a Alba Lucía, y que como ella decía: “yo he pensado en la muerte como una realidad más o menos cercana y sin miedo ni aspavientos aprendí a verla como algo natural”.

Siempre la enfermedad la acompañó y le permitió vivir el presente como regalo de la vida. Esa fue su gran diferencia y su valoración del mundo. Trascender lo que no era escencial, centrarse en lo fundamental, no perder la calma y la esperanza. La enfermedad nos lleva a asumir el viaje hacia el interior, el único que da la fuerza para conectar con lo esencial y trascendental de la existencia humana, para lograr esto se requiere valentía y autenticidad, de ambas cualidades ella hizo gala.

Gracias Maestra por tu paso por nuestras vidas, por ser un ejemplo a seguir, y por el camino recorrido juntas.

agosto 16, 2024

Agosto, Mes de Tristezas y Pérdidas






Por: Margarita María Peláez Mejía

Hoy 25 de agosto de 2017, el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos en
Colombia Tod Hollande, invitado especial en la cátedra Héctor Abad Gómez nos hizo
algunas reflexiones que deseo destacar:
1. El desinterés del pueblo colombiano por el proceso de paz, no lo ha visto en otro lugar
del mundo, que haya vivido la guerra.
2. Le llama la atención de este país, como el centro de los debates no son los derechos
insatisfechos de la población como: acceso agua potable, alcantarillado, saneamiento
básico, salud, educación…. Lo que llena las noticias día a día son los asuntos políticos_
electorales.
3. Señala que hay una estigmatización creciente para las organizaciones populares, los y las
líderes sociales que defienden los derechos sociales.
Este mismo día recordamos “La marcha de los claveles rojos” en Portugal, e hicimos un
homenaje a los amigos asesinados por el paramilitarismo, en la Facultad Nacional de Salud
Pública, profesores y estudiantes. Hago memoria como ese agosto de 1987, el peso de la
tristeza e impotencia nos rompió el alma, por tantos asesinatos de defensores de derechos
humanos, que siguen en la impunidad. Este mes de verano, de lindos amaneceres y
atardeceres, época de elevada de cometas y sueños, ha sido marcada por el terror.
Hace 30 años, era martes, nos levantaron con el anuncio de la muerte del maestro y
directivo de ADIDA, Luis Felipe Vélez Herrera, defensor de su gremio y de los derechos
humanos. Eran las 7:30 am cuando los asesinos llegaron a su oficina y cegaron su vida a
punta de bala.
Héctor Abad Gómez era el presidente de Derechos Humanos en la ciudad, debía viajar a
Corea del Norte, a un encuentro académico Internacional, pero por la situación que vivía la
UdeA, de amenaza de muerte a algunos docentes y estudiantes, (acababan de asesinar al
profesor Pedro Luis Valencia), decidió quedarse y en su reemplazo me postulo para
representarlo en ese país. Salí ese mismo día en un precipitado e improvisado viaje. Llegué
a Cuba en tránsito, prendí el TV y lo primero fue escuchar la noticia: “A escasos metros de
ADIDA (Asociación de Institutores de Antioquia), cuando se dirigían Héctor Abad Gómez
junto con su alumno, colega y amigo Leonardo Betancourt, quienes iban a acompañar el
duelo por el asesinato del dirigente de ADIDA, fueron asesinados los dos, víctimas de un
plan paramilitar”. Lloré de impotencia, dolor… y pensaba que si el doctor Abad estuviera
haciendo este viaje, estaría vivo.

No habíamos asimilado la muerte del profesor Pedro Luis Valencia y en pocas horas ya
perdíamos cuatro defensores de derechos humanos en la ciudad.
La zozobra y amenazas de una lista llamada “AMOR POR MEDELLÍN”, se escuchaban en
los corredores y pasillos, la incertidumbre reinaba en la ciudad y en particular en la
Universidad de Antioquia que cerró sus puertas en señal de duelo y protección.
Agosto mes elegido por el paramilitarismo en cabeza de Carlos Castaño, que en su libro
confesó estos crímenes, para callar la intelectualidad, las mentes solidarias, soñadoras que
reclamaban un país más incluyente, justo y democrático. 17 líderes universitarios que
aportaban al debate político y social.
Recuerdo a Darío Garrido, Edison Castaño, John Jairo Villa, José Ignacio Londoño, Carlos
López, Francisco Eladio Gaviria, Luis Fernando Vélez, Emiro Trujillo, entre otros.
Un 18 de agosto de 1989, asesinaron al candidato a la presidencia de la República doctor
Luis Carlos Galán.
Otro gran líder, inteligente, soñador y creativo nos lo quitaron un 13 de agosto de 1999, el
querido Jaime Garzón, abogado, periodista, defensor de los derechos humanos, pedagogo y
humorista.
Estos seres marcaron una época y nuestras vidas…. hoy cuando creíamos que la paz nos
permitiría soñar como pueblo en un futuro común, los líderes sociales siguen siendo
asesinados. Hacemos memoria para el no olvido y la no repetición.
Traigo las palabras del cantautor Pablo Milanés, quien dice en una de sus canciones: “La
vida no vale nada si no es para perecer para que otros puedan tener lo que muchos disfrutan
y aman”.

julio 12, 2024

¿QUIÉN ES EL DUEÑO DE LAS HERIDAS Y CICATRICES?

Por: Margarita María Peláez Mejía

Es difícil soltar a un ser que se ha querido.
Hay seres que amaste,
pero te lastimaron,
sin compasión.

Nunca pidieron disculpas, ni perdón.
No saben amar y no desean aprender.

¿Quién es el dueño de las heridas y cicatrices?,
¿el que las causa o el que las recibe?

Donde hay una cicatriz, hay una historia.
Un ser humano con memoria y dolor por sanar.

Cuando un amor se acaba,
muere un dialecto que inventó palabras y sentidos
con ese ser con el que había sintonía.

Esto lo aprendí de un libro pleno de sabiduría,
sin letras, páginas,
sin título, ni autor.

junio 29, 2024

CUANDO TE ESCUCHES

Por: Margarita María Peláez Mejía

Hay personas que se mueren de a poquito.
Cuando la capacidad de asombro se pierde,
cuando se teme a arriesgar y a la aventura.
Cuando el ego desborda las reacciones.
Cuando tienes siempre las mismas respuestas
y ya no te haces preguntas.

Cuando le temes a la memoria, 
para evadir un solo de violín
que te recuerde las tristezas.
Cuando se necesita ensayar la bondad
y estrenar nuevas palabras y sentidos.

Cuando el eco te devuelva la memoria
del canto infinito
del ser de luz que eres,
recuperas la magia del vivir.

junio 23, 2024

LAS CICATRICES

Por: Margarita María Peláez Mejía

Las cicatrices son añejas.
Nos recuerdan las heridas,
son la memoria en el tiempo
de tu caminar por la vida.

Nos llaman a la sanación
y aprendizaje del dolor.
Traen en el equipaje
la resiliencia y el valor
de quién eres hoy.

MI CASA

Por: Margarita María Peláez Mejía

Cuando despierto, veo mi casa,
me siento agradecida, segura y feliz.
Es mi nido, mi calor y mi hogar.

Por mi ventana, observo el día naciente
que va llenando el ambiente de vida y color,
sensación que invade mi ser,
cada cuarto, tiene su propia historia.

La casa es memoria, evidencia 
y sumatoria de sueños,
partidas y vuelos 
de quienes la habitaron,
para hacer realidad sus sueños.

El entorno que rodea mi hogar
Es una fiesta de verdes, 
colorido de flores
y variados cantos de pájaros.

La luz acaricia el ambiente
con su aliento suave que me invita
a agradecer,
mi existir fugaz.

Aniversario

Por: Margarita María Peláez Mejía

Llevamos 43 años caminando juntos por la vida
mis recuerdos tienen como referente del tiempo:
¿Estabas conmigo o sin ti?
Somos tan distintos y cercanos,
tan directos y transparentes para comunicarnos.
Tan generosos en la escucha y solidaridad del uno con el otro.

Tan certeros en mirar a un mismo horizonte, cuyo norte
es la utopía de vivir construyendo un mundo mejor.
Tan juntos en la alegría y la tristeza.
Tan leales al amor que se transforma, se profundiza
y añeja en olores, sabores y colores variopintos.

Con el tiempo todo lo externo, lo internalizamos
somos efímeros, somos únicos.
Vivimos en permanente creación y transmutación
somos síntesis de lo vivido.

mayo 13, 2024

Recordando a Alichú... Mi Madre


Por: Margarita Peláez Mejía

Mi madre danzaba
extendiendo la ropa lavada sobre las cuerdas
que se dibujaban como un pentagrama.
Inventaba recetas de cocina
con las plantas de su huerta,
para transformar en alquimia de felicidad y abundancia
los momentos críticos de la economía familiar.

Cuando lloraba,yo sentía que caían
cascadas de tristeza que no sabía cómo detener.
Me inundaba de infantil impotencia,
hasta que rápidamente, reaccionaba,
mostrándome su bella sonrisa invencible,
que me devolvía al presente confiado.

Inventaba juguetes
Con los hilos, lanas de colores, broches y botones
de geometría y colores de arco iris,
que sacaba por arte de magia, de su baúl de costura.

Dejo de pensar en ella
Para llenar de “posibles” nuestros sueños del día a día.
Mi madre al morir,se acomodó dulcemente
en mi corazón y en mi memoria.

enero 31, 2024

Mi Bastón y Yo


Por Margarita María Peláez Mejía.

“Con la vara que midas, serás medido”.

En el río de palabras que circulan en la virtualidad, que me generan la ilusión que hay alguien o algunos afuera en el mundo digital que acompañan mi soledad, derivada del aislamiento colectivo, pánico mundial por la pandemia, miedo a los y las otras; la experiencia con mi bastón me puso en contacto con la realidad, la solidaridad, la empatía y contacto con lo humano.

Las narrativas, las historias y cuentos, son como un espejo que nos devuelve nuestra propia imagen, así, mientras camino reflexiono en cómo estoy estrenando y entrenando caminar con mi bastón, para sostener mi rodilla derecha con ritmo parejito .

Recuerdo que desde mi infancia siempre me han llamado la atención los bastones que han servido para apoyarse física y moralmente a las personas, también han sido usados para la defensa o como vara de poder y mando.

Es tan antiguo este símbolo que acompaña la iconografía de culturas tan diversas como la de Egipto, Mesopotamia, Roma…, además de ser símbolo de las grandes religiones. La encontramos además en las comunidades ancestrales americanas y en nuestro país en la guardia indígena, con sus bastones “protectores de la resistencia”.

Traigo a mi mente el báculo de los obispos y la vara utilizada en el pastoreo campesino, además lo relaciono con el bastón de mando de las bandas musicales. De niña jugábamos a los reinados de belleza, que eran una alienación nacional, plena de estereotipos de la belleza femenina. Para estos Juegos diseñábamos el cetro, imitando la reina no sólo de belleza, sino las reinas de la nobleza con su corona. El cetro históricamente es una vara, bastón recto coronado con la cabeza de un animal de poder del Clan, del linaje. Era muy común entre los reinos asiáticos usarla, luego se impuso en Grecia y perdura hasta nuestros días con su máximo exponente en la realeza inglesa. La Iglesia Católica cambió el animal que representaba el Clan, por una cruz.

Es innegable el papel que ocupan los símbolos en el comportamiento humano, en su psiquis, en la literatura, en el arte, en la cultura en general. ¿Qué significa para mí usar un bastón?, ¿cómo me cambiará la vida?

De la reflexión anterior puedo deducir el papel tan relevante que ocupa el bastón en el inconsciente colectivo como un símbolo, una imagen asociada que da una respuesta, un sentido a un comportamiento y a la expresión de una gran gama de sentimientos (religiosos, de poder, artísticos, herramientas de trabajo). Como podemos ver, este objeto, palo, bastón, posee varios simbolismos: objeto de defensa, ataque, autoridad, poder, apoyo, báculo para los ancianos, bastón y apoyo para las personas en estado de incapacidad y movilidad.

Mi historia con el bastón se inició con un viaje a España, Portugal, Marruecos e Italia. Salimos de Bogotá rumbo a Madrid, en el avión me tropecé al pararme de la silla para ir al baño,sentí un jalón en la pierna derecha que me cogió hasta la cadera. Quedé muda y paralizada por el dolor, respiré profundamente, esperé y con lágrimas que me recorrían las mejillas, fui al baño. Éste fue el inicio de un paseo de un mes con un compañero inusual y molesto: el dolor. No me quejé, aguanté. No quería perturbar la alegría del grupo y la ilusión del paseo tan planeado.

Al regreso de Europa, creí que con descanso, hidroterapia, jacuzzi, masajes, todo volvería a la normalidad. Mi primera actividad sanadora fue ir a un jacuzzi, allí un hombre joven se quedó mirando mis piernas y me dijo: "señora, si no me equivoco usted tiene un dolor en la pierna derecha". Le respondí: "es cierto". Continuó: "por su caminado creo que tiene rotura de meniscos y ligamentos cruzados". Me comentó que era ortopedista, especialista en rodillas, luego nos pusimos a conversar sobre el viaje que había realizado. Le pedí me dejara su tarjeta profesional en recepción, para solicitarle cita. Pasé por allí ese día y toda la semana preguntaba si me habían dejado un teléfono o tarjeta de un médico socio del lugar, la respuesta siempre era un No.

Decidí entonces buscar al azar en el directorio médico de mi aseguradora en salud, un ortopedista especializado en rodillas. Llegué al consultorio, y cuál sería mi sorpresa al encontrarme con el ortopedista inicial. Concluimos que no era casualidad, sino causalidad. Me envío a realizarme exámenes de diagnóstico, que dieron como resultado “ruptura de menisco y ligamentos cruzados”, lo que me había dicho con sólo mirarme y observar mis movimientos. Pensé que era un sanador, con su capacidad de diagnosticar a partir de la lectura corporal. Me aconsejó ir a fisioterapia y acompañarme de un bastón, que me abrió ventanas a otras realidades humanas.

En la actualidad salgo acompañada y apoyada ocasionalmente en mi bastón, cuando tengo dolor, así he podido leer los sentimientos, el comportamiento y mirada de quienes me rodean: las personas mayores me sonríen con complicidad y solidaridad, pensando y sintiendo que esta posibilidad no les es ajena. Cuando voy al banco a pagar cuentas, tengo prioridad; la persona encargada de dar los turnos me asigna puesto prioritario; en los parqueaderos los vigilantes me ayudan a parquear y me reservan el mejor sitio. Los vendedores ambulantes me miran como una "par", una "parce" en situación de vulnerabilidad como ellos, no me ofrecen sus mercancías, ni me piden colaboración. Uno me dijo: "Al que lucha por la vida señora, no lo mata ni la muerte. ¡¡¡Ánimo!!!".

En la calle se ofrecen todo tipo de personas de diversa condición social, edad y género para protegerme en el cruce de la calle o pasar las cebras, lo hacen con afecto y simpatía.

Respeto y solidaridad son las expresiones de las personas que me he encontrado y me han devuelto la esperanza en una humanidad empática. Mi única certeza en el camino que transcurre con el asombro y magia de vivir, llorar, reír, amar. He caminado con el corazón abierto y dispuesto a fluir con lo que la vida me brinda día a día porque la vida sin piel, sin contacto, sin cruce de miradas, olores, gestos, manos solidarias, es decir, sin humanidad, no tiene sentido.

Esta lección de vida se la debo a mi Maestro: ¡MI BASTÓN!.