Por: Margarita María Peláez M
Cuando los lagos más bellos
los encontré en sus ojos profundos,
y el brillo de sus pupilas lo comparé
con el más bello atardecer,
me deslumbré, pero esto no era suficiente.
No reía, siempre tenía prisa,
perdía el control fácilmente.
No conocía el asombro, los detalles, los límites,
la autopercepción y la diferencia con el otro.
Poco a poco, se fue desdibujando ese rostro,
que era mi mejor paisaje.
Qué hermoso y profundo lo que escribiste. Parece una reflexión llena de emociones y aprendizajes. Me hace pensar en cómo las relaciones, aunque inicialmente deslumbrantes, pueden revelar tanto sobre nosotros mismos y nuestra visión de la vida.
ResponderEliminarSaludos,
Aleja
Gracias por tu comentario y reflexión .
EliminarPoema que nos retrocede al inicio de algunas relaciones fallidas, me gustó mucho Martha Lucia
ResponderEliminarGracias amiga,así es y fue .
ResponderEliminarMargarita que poema!! Es lo qué pasa muchas veces. Claudia Quiroz
ResponderEliminarMargarita, como mantener ese paisaje q deslumbra el ser, como mantener el amor como bandera para no caer en la prisa y el control q nos impide reir y no perder la escencia q se desdibuja paulatinamente. He sido ambos personajes quien recrea el paisaje y quien se desiluciona por la perdida. Grande la forma como encapsulas ambas situaciones y el lector se identidica ! GRACIAS !!! Porq a travez de tu expresion tengo un encuentro conmigo.
ResponderEliminarProfe buenas tardes .me gustan muchos sus publicaciones. Mi nombre es Diana Jaramillo, me gusta escribir, te conocí en la librería del tesoro me diste tu número pero lo escribí mal. Queria escribirle.
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