mayo 18, 2023

JORNADAS DE LA MEMORIA: Con Ojos de Madre: Tejiendo la Memoria de su Hijo Alejandro Cock Peláez. Mayo 2015


Por Margarita Peláez Mejía

Presentación : BUENAS TARDES PARA TODAS Y TODOS LOS PRESENTES, AMIGOS, FAMILIARES, COLEGAS.

La gratitud da sentido a nuestro pasado y presente. Agradecer, es el agrado de ser y el motivo que nos reúne. Agradezco a la cinemateca con sus jornadas de la memoria y en especial a Ana María Ramírez, alumna de Alejandro, motor y alma de la preservación de sus archivos y memoria. Lógicamente a nuestra amada Biblioteca Pública Piloto por acogernos en su espacio.

Decía Herman Hesse: “La mayoría de los seres humanos son como las hojas que caen de los árboles, que vuelan y revolotean por el aire, vacilan y por último se precipita al suelo. Otros, por el contrario, casi son como estrellas; siguen un camino fijo, ningún viento los alcanza, pues llevan en su interior su ley y meta.”

Siempre te refieres a Tejer la memoria, ¿qué significado tiene para ti?. 
Quien escribe, teje. “Textum” significa tejido, viene del latín. Con hilos de palabras vamos diciendo, recordando. Con el uso de palabras del tiempo vamos viviendo. Los textos son como nosotros, vamos haciendo tejidos que van de mano en mano dando calor, compañía, interrogándonos. El arte de tejer ha sido femenino, las mujeres tejiendo reunidas, para hacer los ajuares de novias y bebés, hablan, se escuchan, opinan, cuentan sus experiencias, socializan alegrías y tristezas, se miran así mismas en el espejo de las otras y otros, para dar la siguiente puntada, el próximo paso. Las mujeres excluidas del espacio público, museos, escuelas, universidades, con las agujas y los hilos, contaron las historias de sus territorios, les dieron identidad y vida. Ejm: las mochilas wayu. Las Mujeres tejen la vida, remiendan los dolores y tristezas. La expresión popular “ Punto, cadeneta, punto” invita a continuar la conversación. En la oralidad, en el entre nosotras se comparten recuerdos, conocimientos, afectos, memorias, problemáticas y recuerdos. Así surgió este proyecto.

En todo el rescate audiovisual que hemos realizado de los archivos de Alejandro, hay un elemento central como activista ambiental que fue, el respeto y cuidado con la naturaleza y un hilo conductor en su narrativa: el agua ¿cuál es tu interpretación?.
El agua es vida, fuente de inspiración. Es mi elemento y lo fue para Alejo.
Me preparé para tenerlo en un parto natural en el agua; en los años 70 se conoció como el parto humanizado, una transición natural de venir el bebé de un lugar acuoso, el líquido amniótico, al agua, sin traumas.

El agua es mi elemento central, he sido amante de la natación, el buceo, el esquí acuático. Éste fue el entorno en el cual vivió Alejandro. Como curiosidad Alejandro primero aprendió a nadar que caminar. Todas nuestras vacaciones hacíamos buceo y estábamos en permanente contacto con el mar, rápidamente Alejandro aprende a bucear con nosotros. A los cuatro años hubo que hacerle un curso para el solo, era el único niño que buceaba, disfrutaba enormemente este deporte. Logró siendo joven el título de dive master en buceo. Hizo cámara subacuática. Mucho de su producción audiovisual tiene que ver con recuperación de corales, limpieza de fondo marino, diversidad de fauna y flora en nuestro Mar Caribe, pero también los ríos, las fuentes de agua y su cuidado fueron su preocupación.

¿Qué momentos e historias nos quieres compartir de la niñez y adolescencia de Alejandro?
Desde muy tierna edad su amor por los animales. Cuando llegaba de la guardería, en el antejardín habría sus bracitos y se le posaban pájaros, mariposas... esto me conmovía. Tuvo sus primeras mascotas, una pareja de loros, se llamaban Floripa y Matías, lo despertaban, lo saludaban al llegar de la guardería y lo seguían en la casa y juegos. Adoptaba todo tipo de animales: guacamayas heridas, ardillas, pollitos, iguana, tortuga, perro…

Tenía un taller, una casita que se le construyó en el antejardin de la casa, él construía sus propios juguetes: carros de rodillos para él y sus amigos en Medellín y barcos para compartir con sus amiguitos de Isla Fuerte, sus regalos de navidad eran herramientas. Otra de sus pasiones (5 - 7 años) fue hacer figuras en cerámica, hizo exposición de las mismas en su colegio, el Jorge Robledo.

A los 9 años también pintaba, se presentó al museo de Antioquia a una exposición infantil y ganó el primer puesto con su obra : Mi lora Floripa.

Entre los 10 - 11 años, tuvo su actividad más exitosa como mago Alejandrini, nos divertía con su magia y la seriedad con que asumía su trabajo, su traje de mago, su mesa, sombrero y trucos. Su fama trascendió de los cumpleaños con amigos del colegio, a un contrato que le hicieron en COMFAMA, este fue su primer trabajo.

A Los 14 años vivíamos en Río de Janeiro, Brasil, país que estrenaba democracia después de una larga dictadura, el ambiente era de fiesta, de una ciudadanía desbordada de la alegría, de la recuperada democracia. Esta energía invadió el espíritu de Alejo, que inició como caricaturista en el periódico de su colegio, participó de la organización estudiantil y un ejercicio académico llamado "el debate social, ¿en qué está?" se invitaban deportistas, intelectuales, políticos, artistas. La mayoría que regresaban del exilio.

Además de tener una excelente relación MADRE-HIJO, también era cómplices, compañeros de causas sociales, académicas y culturales. Cuéntenos algunas historias o anécdotas de esa relación tan bonita y significativa.
Desde su época de estudiante me acompañó con su cámara en el registro de todas mis actividades profesionales como Secretaria de Las Mujeres de la Gobernación de Antioquia. La política pública para las mujeres del departamento de Antioquia fue registrada con su cámara, esto no se había hecho y fue un éxito. Lo mismo aconteció con la política pública para las mujeres de Medellín.

Al conmemorarse los 50 años del voto femenino en Colombia, Alejandro investigó, recuperó videos, documentales y fotografías de la época, para las presentaciones que realicé en la Asamblea Departamental de Antioquia, el Concejo de Medellín y el Congreso de la República. Trabajo que se pasó por la TV Regional y Nacional.

En la Universidad de Antioquia siendo los dos docentes de diferentes facultades, tuvimos la oportunidad de coincidir en varios espacios. Fuimos fundadores del Centro Interdisciplinario de Estudios en Genero CIEG, él fue uno de los fundadores del grupo pionero en el país sobre "nuevas masculinidades", solidarias, no guerreras, amorosas y cuidadoras. Trabajamos juntos en docencia, investigación y extensión. Fui su docente en el diplomado sobre Cooperación para el desarrollo, organizado por la facultad de economía junto con la cooperación técnica para el desarrollo en Colombia.

Él fue mi coordinador de investigación sobre "Foresteria análoga" en donde convergía varios grupos de investigación de la UdeA, su papel era de director, él con sus registros y narrativas audiovisuales articuló discursos académicos diversos, para dar como resultado el Premio Vida Investigación Ambiental, Corantioquia-IDEA de 2003, y la publicación de la investigación.

Cuando ocurrió el terremoto de Armenia, las marchas por La Paz, el movimiento por el Sí…nos encontrábamos y marchamos por múltiples causas en defensa de los derechos humanos.

¿Qué percepción has sentido y tenido, al regresar de nuevo a ver sus videos, imágenes, cartas, dibujos?
Lo expresé muy claro este primero de mayo, al cumplirse el séptimo aniversario de su partida. HIJO: los territorios, caminos, historias, culturas y sueños colectivos grabados por tu Cámara, han señalado estos años mi propio caminar. Vives en mí y en el legado que dejaste para tu hijo, familia, compañeros ,alumnos ,amigas y amigos.

Fue un soñador de mundos, imágenes, paisajes, formas de relacionarnos y de narrar… su trabajo nos invita a adentrarnos en las profundidades del ser humano, sus tareas, creaciones, desafíos y entornos. La magia lograda con los juegos de luz de su cámara, el movimiento y los detalles que capturaron singularidades, hacen de su trabajo y curiosidad, un homenaje a la naturaleza, la vida, la cotidianidad, y vuelve protagonista el trabajo de las comunidades campesinas, mujeres, indígenas, negros, las comunidades diversas y/o excluidas, además de las poblaciones desplazadas. Dio voz a quienes no la tenían,visibilizo las injusticias, soñó con que otro mundo mejor era posible.

Todo esto fue posible con su filosofía del buen vivir, retomada de los pueblos originarios andinos, con la esperanza de aportar experiencias para tener sociedades más armónicas, equitativos y en paz.

La experiencia del rescate de sus archivos, el respaldo en imágenes de los territorios recorridos, las relaciones que tejió y construyó, me llevó a reconocer y valorar de nuevo, al amoroso hijo, padre, hermano, y amigo. De profesión y oficio fotógrafo y documentalista, un docente-investigador que nos deja un legado en sus escritos, investigaciones, imágenes y en su manera de asumir la vida, la enfermedad y la muerte con honestidad, humildad y valentía. Gran ejemplo a seguir para las nuevas generaciones, un ser humano que hizo realidad sus sueños.

Alejo me dejó como el mejor regalo, a nuestro nieto amado Tomás, desde su partida a otras dimensiones, he estado acompañada por sus amigos de infancia, secundaria, universidad, docentes, amigas - amigos y el equipo que me ha acompañado en las dos becas ganadoras con el Ministerio de Cultura, que enriquecen mi mundo con su juventud, proyectos y lealtad a la memoria de quien fue su maestro.

Para mí, Alejandro fue mi compañero, amigo, confidente y cómplice, mi maestro. Gracias hijo.

¿Cuál ha sido el impacto que han tenido sus archivos en las comunidades y qué ha significado para usted.?
Inicio dando respuesta a la segunda parte de esta pregunta. Con Alejandro aprendí que la verdadera maestría en la vida está en asumir problemas, y entender que son nuestros aliados en el camino del conocimiento.

He tratado de darle vida a la muerte de mi hijo, terminando algunos de sus pendientes: la publicación de su libro con la Editorial de la Universidad de Antioquia "Retórica del cine de no ficción en la era de la posverdad". La recuperación de sus archivos y la devolución de la memoria de sus trabajos en las comunidades, se realizó en la primera región seleccionada: Chocó biogeográfico.

¿Cómo ha sido esta devolución?
Las memorias se construyen o pueden caer en el olvido, pueden ser cambiados o manipuladas (recordemos la lucha por la memoria en el centro nacional de memoria histórica del país ).

El recuperar una historia común con un grupo de gente en el territorio, aporta sentido, identidad, esperanza, empoderamiento y en el Chocó permitió fortalecer la identidad colectiva con la minería artesanal y el proyecto exitoso de "Oro Verde" experiencia reconocida a nivel internacional.

Para la comunidad significó::
En sus 50 años de vida la Universidad Tecnológica del Chocó nos permitió compartir, la historia exitosa y reconocida a nivel internacional del  "Oro Verde", por medio de documentales, exposición fotográfica (la primera que se realizaba en el lugar), talleres y testimonios que dieron cuenta del origen, desarrollo y presente de ASOCASAN y "Oro Verde".

Nos permitió reunir a la comunidad académica, instituciones gubernamentales y público en general.

La obra de Alejandro está regionalizada. Chocó, el pacífico biogeográfico, fue la primera etapa. Quedan pendientes las otras regiones del país. El archivo hasta la fecha cuenta con aproximadamente 100 documentales y 15,000 fotografías.

Termino con las palabras de mi amiga Argelia Londoño. "Hoy Alex está entre nosotros, nos habita de alguna manera, porque la muerte, no es el fin, sino el comienzo, porque la muerte es "el ir entrando en espacios más amplios". Y es que la muerte provoca una ampliación de los afectos y los sentimientos, resignificar los recuerdos. La muerte no deja a quien muere en la nada, sino que nos entrega sus cualidades que se hacen trascendencia en el tiempo y es que en la memoria, en el recuerdo, en su obra, se ensancha la vida. Alejo dice de si a través de su obra, porque la obra, el hacer, es el colocar en el afuera el adentro, el sí mismo íntimo, la pasión visceral por la vida a la que jugó siempre. Alejo dice de sí, en cada recuerdo que construyó con cada uno y cada una de nosotras, fue ceramista y nosotras sus clientes, pintor, mago Alejandrini y nosotras sus espectadoras, tenía la risa fácil y sonrisa permanente. Los recuerdos son tejidos sutiles pero firmes que se tamizan y se fijan en la memoria de los vivos. Me acompañó en el terremoto de Armenia, su registro documental, permitió la construcción de la Política Pública sobre cómo actuar en los desastres naturales. Hoy ha atravesado los dinteles de la Luz y de la sombra, y su alma tiene alas. Su ser es trascendencia hasta el remoto horizonte en donde cielo y tierra, vida y muerte se reúnen. 

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